El primer método que muchas personas usan es fijar el precio basándose en el margen de ganancia que quieren obtener. Aunque esta es una estrategia común, hay que tener mucho cuidado de no cometer errores que pueden hacerte perder dinero.
Muchos emprendedores calculan mal el margen, pensando que si compran un producto a $100 y le agregan un margen del 50%, lo venden a $150. El problema viene cuando ofrecen descuentos, por ejemplo, del 40%, y terminan vendiéndolo a $90, perdiendo dinero en el proceso.
Para asegurarte de que siempre ganás, tenés que calcular el margen sobre el precio de venta, no sobre el precio de compra. La fórmula que te recomiendo usar es la siguiente:
Precio de venta = Precio de compra / (1 – Margen deseado).
Por ejemplo, si querés un margen del 50%, y tu precio de compra es $100, la fórmula sería:
Precio de venta = 100 / (1 – 0,50) = $200.
Con esto, aunque hagas descuentos, siempre estarás en un margen positivo. Probalo con un Excel o pedile ayuda a ChatGPT para calcular diferentes márgenes según tus necesidades.
Otra forma de calcular el precio de tus productos es mirando a la competencia. Dependiendo de lo que vendés, podés encontrarte en tres escenarios diferentes:
Si estás vendiendo el mismo producto que otros vendedores, tenés que ser competitivo con el precio. Si la competencia lo vende a $100 y vos lo querés vender a $110 para tener más margen, nadie te lo va a comprar. En este caso, es mejor ajustar el precio, incluso si eso significa tener un margen menor.
Si tu producto es similar pero no idéntico al de la competencia, podés jugar con el precio psicológico. Muchos compradores creen que un producto más caro es mejor, incluso si no pueden diferenciar la calidad. Subí el precio un poco más, siempre y cuando tengas buenas fotos y reviews positivos.
Si sos el único que vende un producto en particular, ¡tenés el control total del precio! En este caso, podés fijar el precio que quieras, siempre testeando para asegurarte de que sigue siendo atractivo para el cliente.
Este es el método más avanzado y el que puede darte la mayor cantidad de ganancias. No se trata solo de fijar un precio que te deje un buen margen, sino de encontrar el precio perfecto que maximice tus beneficios.
La ley de oferta y demanda nos dice que si subís el precio de un producto, probablemente vendas menos unidades. Entonces, lo que tenés que encontrar es el equilibrio perfecto entre el precio y la cantidad de unidades vendidas.
Por ejemplo, si subís el precio de $100 a $150, tal vez vendés menos, pero seguís ganando más porque el margen es mayor. El truco es testear distintos precios hasta encontrar ese punto en el que, aunque vendas menos unidades, las ganancias totales aumentan.
Podés testear el precio en tu página web de forma fácil. Hacé dos versiones de la misma página con diferentes precios, y dividí el tráfico. Después, compará cuál de las dos versiones te deja más ganancia total.
Este es un proceso que deberías hacer constantemente para encontrar el punto de máximo beneficio.
La mayoría de los emprendedores se enfoca solo en tener un buen margen de ganancia, pero la verdadera clave está en encontrar el precio que maximice las ganancias totales de tu negocio. Aplicá estos tres métodos para calcular el precio ideal y asegurarte de que cada venta te deja el mayor beneficio posible.
Si querés aprender más, te invito a que mires el video completo donde explico todo con más detalle.
Mirá el video acá: